El Monasterio de Santa María del Parral es un convento de clausura monástica. Está ubicado a las afueras de la ciudad de Segovia. Mantiene el uso para el que se creó. Pertenece desde su origen a la actualidad a los monjes de clausura de la Orden de San Jerónimo.
Lo mandó construir Enrique IV en 1447 siendo todavía príncipe. Tomó como punto de partida la ermita de la Virgen del Parral. Así, el príncipe compró el templo y unos terrenos aledaños. Los cedió a fray Rodrigo de Sevilla para fundar en esos terrenos un nuevo monasterio que lo erigió el canónigo Nuño Fernández de Peñalosa. En 1454 se proclama rey Enrique IV y ordena comenzar las obras de los diferentes edificios que conformarían el complejo monasterial. Las obras se acabaron en 1503 bajo el reinado de Isabel la Católica.
En 1654 un incendio destruyó buena parte de los edificios monacales que serían reconstruidos poco después bajo la dirección de fray Pedro de Huete. Después de más de 300 años de historia en la que el monasterio creció, en el siglo XIX comenzó un periodo de decadencia que culminó en 1837 con la desamortización de Mendizábal. Esto motivó el abandono del monasterio de El Parral y la dispersión de muchas obras de arte, documentación y tesoros que en él se guardaban. A principios del siglo XX comenzaron las obras de restauración del Monasterio. Estas no terminaron hasta 1943, ya terminada la Guerra Civil española.
Es posible hospedarse en el Monasterio de Santa María del Parral. Sin embargo, está reservado para varones, máximo durante una semana. No hay posibilidad de salir fuera del Monasterio mientras dure la estancia en el mismo. Se puede obtener más información visitando su página web.